viernes, 23 de enero de 2009

Propiedad...


Caminos, gente, rejas, flores.
Campos que se mueven a tu alrededor
Y parece que todo queda atrás.
Quejas, retos, sonrisas, penas,
Amores, buenos momentos… momentos tristes.

Y en cada árbol que ves pasar a tu lado
Vas colgando uno de los cachureos que cargas en tu pesada mochila.
Esa que solo tu conoces el contenido
Y que no dejas que nadie note en tu espalda.
Es por eso que tu espalda curva se recta ante el resto
Y tu mirada triste guiña sus ojos para sonreír,
Simulando una alegría que muchas veces te es ajena
Que tratas de imitar en las miradas de las modelos
En las revistas que miras en la calle,
En la risa de un niño que juega con el perro allá
En el rostro de los amantes de aquella plaza.

¿Porqué no hacerla tuya?

Y vas colgando objetos en los árboles que dejas atrás
Con la esperanza de que eso alivie tu carga
Y te acerque a esa alegría que imitas.
Nostalgias, penas, retazos de momentos
Que ya olvidados tenías en esa mochila
Se quedan enredados en las ramas de aquel solemne álamo,
De aquel centenario sauce que las cubre con sus lánguidas ramas
Y las deja atrás, lejos de tu memoria…
Vaciando tu mochila…

Y cuando ya no queda más dentro…
Cuando dejas atrás el último cachivache,
Colgado en aquel seco espino.
Respiras hondo el aire a tu alrededor
Y notas que algo cae dentro de tu mochila.
Olor a flores, hierba y sauces: Olor a tranquilidad.
Pero no pesa, solo ocupa espacio en aquella gastada mochila.
Abres los brazos y sientes el viento en toda tu piel,
Millares de sensaciones llenan tu mochila.
Tranquilidad, paz, libertad, cosquilleos.
Cierras los ojos y sientes el calor del sol en tu cara
Y tu boca esboza una sonrisa natural, genuina, tuya.
Si, te dices. Esta es la alegría…
Mi propia forma de ser feliz...

1 comentario:

Sink dijo...

sabes...
describiste exactamente lo que hare para mis vacaciones.